En artículos anteriores hemos hablado de proyectos concretos que usan la gamificación como herramienta para conseguir sus objetivos: Proyecto Ranopla para mejorar la comprensión lectora de los niños y Deportes para compartir que usa el juego para educar en valores.
En este artículo vamos a hablar de cómo conseguir objetivos de aprendizaje a través de técnicas de juego; es decir, cómo aplicar gamificación en la educación.
Vayamos por partes:
Un poco de historia
La gamificación no es una técnica nueva, de hecho de una u otra forma siempre ha estado vinculada al mundo del aprendizaje o a fines empresariales: sirvan como ejemplo el juego de las 20 casillas con el que se podía aprender cómo afrontar los distintos altibajos que tenemos en la vida, en la Mesopotamia del año 3000 antes de Cristo, o la publicación después de la segunda guerra mundial del libro Homo Ludens del historiador holandés John Huizinga donde nos habla de los sellos (green stamp) con los que una marca estadounidense de correos recompensaba a sus clientes fieles y que podían canjear posteriormente por regalos. Ambos ejemplos están sacados del artículo ¿Alguien más quiere discutir sobre la historia de la "gamificación"? escrito por Angel González de la Fuente
Ya en el año 2008 es cuando definitivamente se acuña el término anglosajón (gamification), el cual se populariza a mediados del año 2010.
¿En qué consiste la gamificación?
Consiste en aplicar técnicas relacionadas con el juego a actividades que no son lúdicas ni divertidas, y que necesitan de un extra de motivación para que las personas participen en ellas.
Pero ¿cuál es la estructura de un juego? Resumiéndolo mucho, consiste en proponer uno o varios retos a los participantes, establecer unas reglas o normas y recompensar de alguna manera a todo el que consiga superar los objetivos fijados. A partir de aquí se puede complicar todo lo que queramos, proponiendo retos cuya recompensa sea desbloquear un nivel superior para seguir avanzando, ir eliminando a todos aquellos participantes que no consigan superar un reto, proponer retos individuales, colectivos, etc...
Son muchas las técnicas que pueden emplearse para gamificar, en realidad diría que son infinitas, tantas como nuestra imaginación sea capaz de elaborar, pero quizás una de las más comunes, especialmente en el terreno educativo y muy particularmente en la formación online, es la de proponer retos a modo de auto evaluaciones, que una vez superados nos permiten seguir avanzando en el curso y nos recompensan consiguiendo puntos y/o ganando insignias o badges que acreditan que hemos superado un nivel.
Una forma muy atractiva de presentar la gamificación es elaborando un guión o una historia que te introduzca en el juego, por ejemplo crear una historia que elabore un itinerario formativo con el programa del curso.
Insignias o badges
Las insignias o badges son marcas o símbolos que acreditan que has superado un determinado reto y que por lo tanto has adquirido una serie de habilidades.
Existen sitios web específicos para almacenar este tipo de certificados digitales. Uno de las plataformas más conocidas es el proyecto de software libre Mozilla Open Badges en el que adquieres, al registrarte, un espacio en la nube, llamado mochila (backpack), donde guardar todas las insignias que vas obteniendo con los distintos cursos de formación que realizas y desde donde puedes compartirlas bien a través de las redes sociales o bien a través de tu sitio web, correo, etc...
Otra plataforma gratuita muy usada, sobre todo en EEUU, es Credly, que te permite almacenar todas tus insignias, compartirlas a través de las redes sociales (especialmente Linkedin que permite agregar a tu curriculum este tipo de certificados). Otra característica de esta plataforma es que puedes conectarla con tu backpack de Mozilla Open Badges.
Resumiendo
El juego es fundamental en el desarrollo de la persona, a través de él crecemos y aprendemos, ¿por qué no aprovechar las características del juego para hacernos la vida más agradable?, especialmente con tareas que de por sí son aburridas o bien necesitan un extra de motivación para llevarlas a cabo.
Y tu, ¿qué opinas?, ¿consideras útil la gamificación en la educación?, ¿conoces algún caso concreto?, compártelo con la comunidad de nubemia, te estaremos muy agradecidos.
Ah, y si te ha resultado interesante lo que has leído, te pido sólo un favor, compártelo con tus amigos a través de las redes sociales, muchas gracias.